La Defensora Provincial de Santa Fe, Dra. Jaquelina Ana Balangione, brindó en el día de ayer, martes 9 de mayo, una charla - debate en el Colegio de Abogados de la 2° Circunscripción Judicial (Rosario) acerca de los “Desafíos actuales del Servicio Público Provincial de Defensa Penal”. 

El encuentro fue organizado por el Instituto de Derecho Procesal del Colegio de Abogados de Rosario. En él, la nueva autoridad del SPPDP reflexionó acerca de los desafíos de la Defensa Pública de aquí en adelante. El debate propuso el abordaje de diferentes temas vinculados con lineamientos generales y pautas de trabajo colectivo e institucional en esta etapa de recambio de autoridades del organismo.

Así, manifestó que se busca “levantar el perfil público de la Defensoría de manera óptima y con ideas más fuertes a través del fortalecimiento institucional por dentro y fuera de la defensoría”. 

Del mismo modo habló de una “construcción horizontal” entre la Defensoría Provincial y las Defensorías Regionales de las cinco circunscripciones judiciales a los fines de establecer decisiones conjuntas respecto a cuestiones de interés común, como así también sobre asuntos urgentes que atañen al funcionamiento del SPPDP. 

Con respecto a los ejes de trabajo que tiene previsto de acá al futuro, Balangione hizo hincapié en dos cuestiones: la política institucional y los aspectos operativos que atañen al estricto trabajo del Defensor Público. 

Sobre el primer punto, la Defensora Provincial profundizó sobre la implementación de políticas en aspectos vinculados a la diagramación de la estructura organizativa del SPPDP, como así también con la elaboración de capacitaciones permanentes que logren transparentar la tarea del Defensor. 

En cuanto a los aspectos operativos, la titular del SPPDP los definió como “los más importantes” en este engranaje institucional. Sin embargo, aclaró que éstos funcionarán en la medida en que las políticas institucionales “sean coherentes”. Además, resaltó que el servicio brindado por el Defensor Público a toda persona perseguida penalmente deberá tener un “matiz social”, agregando que el acompañamiento debe seguir durante todo el proceso y el tiempo que dure la condena.