El amor con Defensa libera
Por Fernando Latrille
“Portate bien sino te encierro”. La frase no pierde vigencia en una sociedad que ejerce su control mediante formas punitivas y el encierro es una de las que se aplica. Las instituciones manicomiales a lo largo de la historia funcionaron como lugares clave para el depósito de aquellos que molestan por alguna conducta fuera de lo “normal” según lo detecte la maquina normalizadora familiar que se vende con el manual para “familias bien constituidas”.
El caso de Nicole encaja perfecto en el deseo de internación involuntaria como forma de control por parte de sus padres y la violación de todos sus derechos como persona y de la Ley Nacional de Salud Mental que fue burlada por varios actores.
Todo comenzó con un mensaje al celular de María Claudia Albornoz del Foro Santa Fe contra la Trata. La que escribía era Nicole, una joven que se encontraba internada en una clínica privada de salud mental de la ciudad de Santa Fe. En el texto relataba que sus padres, particularmente el papá, la había encerrado en una clínica de salud mental sin su consentimiento y que no estaba padeciendo ningún tipo de problema psiquiátrico como para que llegaran a esa medida.
Albornoz se dirigió a la clínica La Merced donde la joven se encontraba internada. Aunque no la dejaron ingresar consiguió hablar con el director de la institución que le expresó que Nicole estaba internada por el maltrato de su novio.
Fue ahí que Juan Manuel Rivarola, la pareja de Nicole, decidió realizar una denuncia ante la Fiscalía y también recurrir al Ministerio Público de la Defensa, donde tomaron el caso a partir del relato del novio de la joven y profesionales del organismo visitaron a Nicole que por primera vez pudo contar su versión de lo ocurrido.
Juan Manuel relató que la chica había sido internada en esa clínica durante un mes y luego estuvo 15 días en la casa. Él no podía acercarse porque habían puesto una orden de restricción. Desde el día 29 de abril y con la firma del juez Alejandro Marcos Azvalinsky tuvo prohibido acercarse a su pareja y sus padres como figura en la resolución.
En este sentido, el deseo de los padres de separar a su hija de su novio contaba con el aval del poder judicial-policial y una clínica también dispuesta a la violación de la Ley Nacional de Salud Mental.
Con la intervención del Servicio Público de la Defensa se detectó la primera irregularidad: una internación involuntaria impuesta por la Justicia. Pero no sería la única. La fabricación de una casusa por violencia doméstica de parte de la familia contra el joven sin ninguna declaración de ella y con una exclusión de acercamiento de él hacia ella por una supuesta violencia de género, restricción que trajo de la mano la internación involuntaria de Nicole en una clínica psiquiátrica sin ningún tipo de control, sin ninguna posibilidad de acceso a la defensa.
Fue así que el Defensor Gabriel Ganón dispuso hacer una inspección en la clínica psiquiátrica, donde se detectó que la chica se encontraba contra su voluntad, que hacía mucho tiempo que estaba en esa situación, que había constancias en su historia clínica de que había sido internada voluntariamente, situación que ella negó. A partir de ahí se decidió la presentación de una acción de habeas corpus en la que se fueron detectando todas y cada una de las irregularidades a la Ley Nacional de Salud Mental e incluso a la ley provincial de salud mental.
La ley, ¿cuál ley?
Pese a la Ley Nacional de Salud Mental este tipo de situaciones se producen en parte porque está naturalizado el actuar de acuerdo a la voluntad o pedido de familiares y no respetando lo que establece la legislación. En tanto, no se garantiza el acceso a la defensa de la persona que está internada. Es por eso que son necesarios los estándares y protocolos que establezcan pautas claras para poder aplicar la ley.
Para el Defensor Ganón: “Esto viola el principio básico de la ley que establece que nunca una persona puede ser internada contra su voluntad sin que haya sido dictaminado esta necesidad de internación por parte de una junta multidisciplinaria que decida esa medida excepcional que es la internación contra su voluntad”. Algo que en este caso nunca ocurrió.
Para María Claudia Albornoz del Foro Santa Fe Contra la Trata la Ley de Salud Mental es bastante completa y advierte que “el consentimiento de la persona es fundamental”. Por eso es que para la internación debe existir un consentimiento asistido que el paciente debe firmar, aunque en la práctica las clínicas no tienen eso firmado y es porque están violando justamente esa Ley.
Que el juez que fue parte del proceso no esté siendo investigado, sumariado, por haber exhibido y mostrado un desconocimiento absoluto del derecho, también es parte del problema y enciende la alarma sobre cómo actúa el Poder Judicial. “Porque la Ley Nacional de Salud Mental está vigente, le guste o no le guste a la provincia de Santa Fe eso es independiente, la provincia no puede apartarse de los estándares nacionales, se puede apartar para establecer mejores estándares pero no peores. La Ley de Salud Mental es de cumplimiento en todas las provincias argentinas”. Aunque Santa Fe en este tema, como en tantos otros, está en mora.
La voz que no tuvo peso
La Defensoría realizó una denuncia al órgano de revisión de salud mental y se puso en conocimiento de la situación a la dirección provincial de Salud Mental de lo que estaba ocurriendo. Más tarde no se siguió adelante con el proceso porque Nicole y su pareja no quisieron ya que habían llegado a una especie de acuerdo con la familia de ella.
En su testimonio inicial ante la Fiscalía Regional Nº1 el 13 de mayo Juan Manuel expresó que convivía con Nicole S. de 21 años desde hacía unos seis meses y que ella había comenzado un tratamiento psiquiátrico por sus altibajos emocionales. Ese episodio le impidió por dos o tres días cursar sus estudios y concurrir a su trabajo. La madre preocupada lo llamó a Juan Manuel preguntando qué le pasaba a su hija lo que llevó a su novio a contarle a su pareja la preocupación de su familia para que vaya a visitarlos. Nicole fue al día siguiente y a partir de ahí sus padres no le permiten volver con Juan Manuel y sólo logra relatarle esto a su novio por teléfono. Rivarola le dice que se quede tranquila que al otro día iría a buscarla.
Pero según el relato de Juan Manuel al rato el padre de Nicole fue a su casa para amenazarlo, denuncia que expresa en su declaración que dejó formulada en la misma fiscalía. Luego de esa situación llamó a su novia y contó lo sucedido, ella se puso mal y por la tarde él fue en su búsqueda. Cuando la vio ella tenía moretones en la cara y otras partes del cuerpo. Cuando Nicole va a la seccional 4° a hacer la denuncia por el cambio de domicilio personal policial la detiene y le dice que tiene una orden del Juez de internación. A Nicole se la llevaron en patrullero contra su voluntad hasta la clínica La Merced.
Desde la internación se comunicaba con su novio a través de mensajes de audio vía whatsapp donde según el relato del joven se reflejaba que su estado de salud se iba deteriorando. Ella empezó a hablar más lento, repitiendo las mismas cosas, se trababa para hablar o se olvidaba de las cosas.
Al fin escuchado
La voz de Juan Manuel y también la de Nicole fueron escuchadas pero sobre todo tenidas en cuenta por el equipo del Ministerio Público de la Defensa de la provincia que a través de diferentes acciones constataron todas las anomalías que se cometieron violando todos los derechos de la víctima por parte de varios actores. Para Ganón “actuó mal la policía; actuó mal el juez; no actuó la defensa porque no hubo defensa y actuó mal el personal de la clínica falsificando información alegando que ella estaba voluntariamente llevando adelante un tratamiento por adicciones”.
El Ministerio Público de la Defensa hizo posible que Nicole recobrara su libertad y el Defensor General de la provincia denunció ante el Comité de Derechos Humanos sobre países de América Latina y el Caribe el incumplimiento de la Ley de Salud Mental por parte de la Justicia santafesina y como muestra presentaron el caso de Nicole.
“Una vez que yo estuve con Nicole afuera y hablamos con los padres llegamos a un acuerdo, yo traté de no meterme más en quilombos, una por mí porque no estuve bien en ese momento y otra porque Nicole también quiso aplacar un poco las cosas”, dice ahora Juan Manuel que intenta olvidar la injusta decisión de los padres de Nicole en querer apartarlo de su pareja y que lo logró teniendo de su lado al poder judicial, la policía y una clínica dispuesta a violar la Ley de Salud Mental. “Mucha gente se dio vuelta, muchos amigos se dieron vuelta en el camino y no se quedaron”, reflexiona Juan Manuel evidenciando que el prejuicio de la sociedad abonó lo restante: un productor de eventos no era el mejor partido para una joven por momentos “desequilibrada” que necesitaba un “correctivo” de su padre al igual que la lámina de Nicholas Andry La ortopedia o el arte de prevenir y de corregir en los niños las deformidades corporales.