En el día de hoy -1° de diciembre- en horas de la mañana, el señor Defensor Provincial Dr. Gabriel Ganón tuvo una reunión privada con el obispo de la ciudad de Rosario monseñor Eduardo Martín. Durante la misma, llevada a cabo en la sede del obispado de la ciudad de Rosario, monseñor Martín y el Dr. Ganón mantuvieron un diálogo franco y distendido, durante el cual el obispo fue interiorizado sobre la particular situación que atraviesa el Defensor Provincial al haber sido suspendido hasta el fin de su mandato -abril de 2017- por la legislatura santafesina el 24 de noviembre pasado. El Dr. Ganón relató pormenorizadamente el irregular proceso y le manifestó al obispo que seguirá en sus funciones mientras la resolución no se encuentre firme, trabajando por el acceso a la justicia de los más pobres y vulnerables de la sociedad santafesina. 

El Defensor Provincial le relató al obispo la gran cantidad de víctimas de violencia institucional a las que quiso representar -lo cual fue uno de los dos motivos por lo cual adujeron “mal desempeño” de sus funciones-  ya sea por torturas, detenciones arbitrarias, armado de causas, etc., fue ahí que el obispo se mostró preocupado por las violaciones a los derechos humanos, especialmente por  las torturas que sufren muchos jóvenes rosarinos ya sea por parte de la fuerza policial como del Servicio Penitenciario. En sintonía con el mensaje de Su Santidad, el Papa Francisco, que el pasado 26 de junio en la ciudad de Roma durante la jornada de conmemoración por parte de las Naciones Unidas de las víctimas de torturas. En esa oportunidad el Papa dijo que “en esta circunstancia, reitero la firme condena de cada forma de tortura e invito a los cristianos a comprometerse con su abolición y a sostener a las víctimas y a sus familiares. Torturar a las personas es un pecado mortal, un pecado muy grave!". fue en esta línea apostólica que monseñor Martín se mostró muy interesado por el trabajo que el Ministerio Público de la Defensa viene llevando a cabo desde la creación del Registro de Torturas, tratos crueles y/o degradantes y demás afectaciones a los Derechos Humanos, así como la gran cantidad de Habeas Corpus presentados al respecto por la Defensa Pública.

Al despedirse quedaron en volverse a la brevedad para continuar analizando la grave situación por la que atraviesan los jóvenes rosarinos víctimas de la violencia policial y las bandas delictivas.